A mis 25
- Raissa Superfly
- 19 ene 2020
- 2 Min. de lectura
A mis 25 aprendí que la vida apenas empieza.
Aprendí a no detenerme por un número y ya.
A mis 25 dejé de apresurarme.
Decidí que tengo mi propio ritmo, mis propios retos, y mis propios sueños.
A mis 25 disfruté todo lo que había vivido.
Miré hacia atrás y agradecí por todas las bendiciones que he tenido en el camino.
A mis 25 fui una mujer más creativa, más flexible con todos y sobre todo, conmigo misma.
Dejé de tratar de encajar en estándares y simplemente fluí con lo que me hacía vibrar más alto.
A mis 25 decidí no juzgarme tan fuerte como lo hacía antes.
Empecé a darme tiempo para mí misma, para conocerme más, y quererme más.
A mis 25 descubrí quiénes eran mis verdaderos amigos.
Y por fin entendí porqué decían que podía contarlos con una sola mano.
A mis 25 aprendí el valor de la familia y lo importante que es siempre tener tiempo para regresar a casa... O crearla en otro lugar.
A mis 25 supe que las relaciones no son una cosa fácil.
Que implican esfuerzo, tiempo y mucha comunicación, porque a veces con el amor no es suficiente.
A mis 25 descubrí también que crecer implica responsabilidad, y que no puedes renunciar a crecer de la noche a la mañana.
El convertirse en adulto y aceptarlo es una de las cosas que más trabajo me ha costado ser, pero ver el progreso siempre es muy gratificante.
A mis 25 aprendí que las experiencias y los recuerdos son los mejores regalos.
Que invertir en viajes pequeños o largos, es la mejor inversión que puedes hacer.
A mis 25 aprendí que no todo es permanente; que los cambios surgen cuando menos lo esperas y no siempre son malos.
A mis 25 aprendí a meditar.
A mis 25 aprendí a que no tengo que tener un plan para todo.
El futuro está lleno de sorpresas.
A mis 25 la vida me recordó una y otra vez que no puedo tener todo bajo control, y que tengo que confiar en mi propio destino.
A mis 25 retomé el escribir.
A mis 25 lloré muchísimo ante la incertidumbre.
La tristeza y desilusión llegaron a mí y no supe cómo vivirlas.
A mis 25 celé mucho.
A mis 25 di el primer paso hacia la estabilidad que tanto quería.
A mis 25 volví a estar acompañada.
A mis 25 fui más sensible, más humana y más feliz.
A mis 25 me encontré conmigo misma. Y me dejé simplemente ser.
A mi Raissa de 25, con mucho cariño. Para nunca olvidar mis baby steps.
A ustedes, para que conozcan un poco más de mi historia.
- Superfly
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